La gente cuando está depre suele hacer varias cosas: a) hincharse de helado (las tarrinas enormes esas), b) comer mucho, c)suicidarse, d)quedarse tirado en la cama mirando al techo y dejando que le nazcan setas en el pecho (en este caso, como veremos, más que setas son remaches).
Pues bien, una vez superadas la fase c) y d), yo hice lo propio. Lo que yo hago es comprar una película que tenga ganas de ver. Pero no una cualquiera, siempre una lo más bestia y sangrienta posible. Lo más impactante, vomitivo, bisceral y anómalo que me pueda echar en cara. Así que, como ayer una buena (buenísima, esa Cristina, siempre salvándome la vida) amiga me dijo de ir a ver Spiderman 3 -que comentaré en breves- al cine, ya que estaba me pasé por un Daily Price, una tienda de música, pelis y videojuegos de segunda mano que me encanta. Si compras películas muy conocidas lo más probable es que estén requetesobadas y un poco estropeadas, pero como yo allí solo compro películas de las mias, suelen ser dvds que la gente ha comprado porque les llamaba la anteción la portada y después se han arrepentido estrepitosamente -así conseguí Gozu, por ejemplo-, de manera que me ahorro casi la mitad y además están en perfecto estado -primer principio de la guía económica del friki, por el ilustre economista, el Cebollense-.
Pues bien, ayer estaba especialmente deprimido, y estuve a punto de comprar las tres partes de Samurai. Pero en el mismo stand vi un pack: Tetsuo I: el hombre de hierro, y Tetsuo II: el cuerpo de martillo. La caja que contenía ambas películas estaba un poco estropeada, pero no era nada que mis dotes de anticuario aficionado no pudieran solucionar.
¡Wow! Las dos partes de la famosa saga del gran Shinya Tsukamoto en pack y baratitas. Tripas, tornillos, zooms, low motion, 8 mm,y mucha, mucha diversión. Las compré casi sin dudar, y, como siempre, como el bulímico cinematográfico y comiquero que soy, me arrepentí un poco de haberme gastado el dinero -que aun estoy amortizando la Wii-.
Lo malo es que como estoy de exámenes, no podré disfrutarlas del tirón. Pero esta tarde cae la primera parte, en un descanso del empolle.
Hasta ahora este criterio de depresión-tripas me ha funcionado, y he amortizado mis estúpidos bajones con el descubrimiento de verdaderos peliculones, como Ichi The Killer o Izo. Esta vez no he descubierto nada nuevo, Tetsuo es un clásico del cine fantástico y de terror, pero era uan espinita que tenía clavada, el no haberla visto aún. Y ya que venía con su segunda parte, se une a ese grupo de posesiones tan estimadas por mi: los packs de películas orientales -bueno, colecciono pelis en general, pero esos packs me encantan-, junto con Battle Royale I y II, Dead or Alive I, II y III, la serie MPD Psycho... futura adquisición: ¡el de Izumi!
El papá de la criatura
Ahora paso a hablar un poco de este genial director de culto que es ShinyaTsukamoto, que abrió el camino que después andaría mi idolatrado Takashi Miike, y que es admirado y citado como una de las principales influencias de David Fincher (director de la genial Fight Club) de los hermanos Wachowski (Matrix) o del GRAN Quentin Tarantino.
Tsukamoto nació en Japón en 1960. Con 14 años empieza a realizar sus cortos en 8 mm. Tras finalizar sus estudios de Bellas Artes, se introduce en el mundo de la publicidad dirigiendo anuncios. Dos años después, deja el trabajo para concentrarse únicamente en actuar y dirigir.
Durante los años 80 funda una compañía teatral llamada Kaiju Theater (el teatro de los grandes monstruos marinos), con la que presenta al público algunos de sus cortos.
En 1988 produce, con esta misma compañía, Tetsuo, El Hombre de Hierro. A pesar de estar rodada en condiciones de cierta precariedad y con bajo coste, con esta película se da a conocer como joven realizador ante un público japonés que queda rápidamente rendido a sus pies. El país se estremece cada vez que se estrena una de sus películas.
Tsukamoto, considerado uno de los realizadores más inquietantes del planeta, suele recurrir a temas relacionados con seres mutantes y fantasmagóricos rozando siempre lo irreal. La obsesión es otro de sus temas más recurrentes.
Realizador, director, actor, director artístico, director de fotografía, productor ejecutivo... Tsukamoto consigue crear y organizar una familia de cine compuesta por una serie de colaboradores que le ayudan a desarrollar su universo de fantasmas, inspirado en las películas de David Lynch o de David Cronenberg, siempre repleto de reminiscencias procedentes del mundo del cyberpunk. En poco tiempo ha conseguido crear un universo particular en el cual la carne y el metal se fusionan para crear una nueva forma orgánica. Igual que ellos dos, Tsukamoto utiliza el cuerpo humano como mero recipiente de una forma artística aún mejor. La carne como tal no significa gran cosa para ellos, ésta tan sólo les interesa si está fusionada con otros materiales (metales, tubos, etc).
Tras Tetsuo, El Hombre de Hierro y Tetsuo, El Cuerpo de Martillo, Tsukamoto se consolida como un valor seguro dentro del cine independiente japonés. El prefiere llamar a sus películas “entretenimiento de culto”. Sin duda, Shinya Tsukamoto representa, con sus particulares visiones, un director del momento y del futuro.
Durante los años 80 funda una compañía teatral llamada Kaiju Theater (el teatro de los grandes monstruos marinos), con la que presenta al público algunos de sus cortos.
En 1988 produce, con esta misma compañía, Tetsuo, El Hombre de Hierro. A pesar de estar rodada en condiciones de cierta precariedad y con bajo coste, con esta película se da a conocer como joven realizador ante un público japonés que queda rápidamente rendido a sus pies. El país se estremece cada vez que se estrena una de sus películas.
Tsukamoto, considerado uno de los realizadores más inquietantes del planeta, suele recurrir a temas relacionados con seres mutantes y fantasmagóricos rozando siempre lo irreal. La obsesión es otro de sus temas más recurrentes.
Realizador, director, actor, director artístico, director de fotografía, productor ejecutivo... Tsukamoto consigue crear y organizar una familia de cine compuesta por una serie de colaboradores que le ayudan a desarrollar su universo de fantasmas, inspirado en las películas de David Lynch o de David Cronenberg, siempre repleto de reminiscencias procedentes del mundo del cyberpunk. En poco tiempo ha conseguido crear un universo particular en el cual la carne y el metal se fusionan para crear una nueva forma orgánica. Igual que ellos dos, Tsukamoto utiliza el cuerpo humano como mero recipiente de una forma artística aún mejor. La carne como tal no significa gran cosa para ellos, ésta tan sólo les interesa si está fusionada con otros materiales (metales, tubos, etc).
Tras Tetsuo, El Hombre de Hierro y Tetsuo, El Cuerpo de Martillo, Tsukamoto se consolida como un valor seguro dentro del cine independiente japonés. El prefiere llamar a sus películas “entretenimiento de culto”. Sin duda, Shinya Tsukamoto representa, con sus particulares visiones, un director del momento y del futuro.
Su película de mayor repercusión a nivel mundial hasta el momento ha sido su opera prima, la propia Tetsuo, convertida en película de culto y éxito de crítica Tetsuo fue seleccionada para diversos festivales en Tokio y Roma. Se vio seguida de títulos tan notables como Bullet Ballet o A snake of June.
También cabe recordar su memorable trabajo como actor en sus propias películas y en obras de Miike como Ichi the Killer y Dead Or Alive II.
1 comentario:
No recuerdo exactamente a todos los personajes de DOA II, pero la veré de nuevo, por el puro placer, y de paso para tratar de identificar a Tsukamoto :P
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