martes, 21 de agosto de 2007

Chungking Express, de Wong Kar-Wai


Me apetece comentar una de esas películas especiales, que por lo menos a mí, me remueve algo por dentro. Es una película con la que he mantenido un romance similar al que vive uno de sus protagonistas. Se trata de Chungking Express, de Wong Kar-Wai.
Ya comenté en alguna ocasión lo mucho que me gusta este director -para mí, uno de los tres mejores que existen en la actualidad, junto con Quentin Tarantino y Takashi Miike-, y lo mucho que me han influenciado sus obras In the mood for love y 2046. Pero la guinda del pastel de la filmografía de este director es esta película, curiosamente, una de las más modestas, hablando de presupuesto, tiempo de rodaje -dos semanas-, etc.

Ficha:

AÑO
1994
DURACIÓN
103 min.
PAÍS Hong Kong
DIRECTOR Wong Kar-Wai
GUIÓN Wong Kar-Wai
MÚSICA Frankie Chan / Roel A. García
FOTOGRAFÍA Jacky Pang
REPARTO Brigitte Lin, Chin Hsia, Takeshi Kaneshiro, Tony Leung (AKA Tony Leung Chiu Wai), Faye Wang
PRODUCTORA Jet Tone Productions



Una brebe historia sobre Chungking Express:
La historia detrás de esta película es de lo más interesante. Kar-Wai había rodado ya dos películas: As Tears Go By (1989) y Days of being Wild (1991), y estaba en proceso de post-producción de su tercera obra, la épica película sobre espadas y artes marciales Ashes of time (1994). El proceso de montaje de esta colosal obra resultaba tan agobiante y absorvente que Kar-Wai quiso tomarse un pequeño descanso, y desvincularse del proyecto para rodar una película más modesta. Una especie de película de rock, en plan Road Movie. Y vaya que si lo hizo...

"Después del tratamiento más grave y profundo de Ashes of Time, con Chungking Express quise realizar una película contemporánea más ligera, pero donde los personajes se enfrentaran a los mismos problemas (…) Chungking Express supone una ruptura en el conjunto de mi obra: los personajes llegan a aceptar su soledad, son más autónomos y más independientes, no hallan desesperación en su propia búsqueda, sino sobre todo divertimiento"

En occidente, la película fue apadrinada por el genial Quentin Tarantino, que la incluyó dentro de su Rolling Thunder Video Collection. Ade más, Tarantino ha declarado que esta película le inspiró para su celebérrima Pulp Fiction (1994).
También fue apoyada por la prestigiosa revista francesa Cahiers du cinéma, estandarte de la Nouvelle Vague francesa de finales de los 50's y comienzos de los 60's.

Dos Historias de amor
La película consta básicamente de dos mediometrajes unidos sutilmente. Ambos transcurren en el mismo lugar -las Chungking Mansions, cuatro bloques de edificios de Hong Kong repletos de inmigrantes de todas partes, una especie de torre de Babel moderna-, y en circunstancias similares. En ambos casos la historia gira en torno a un policçia recién abandonado por su novia, que se enamora de una mujer extraña y misteriosa.

1.- Chungking Mansions: historia del agente 233

En la primera, una peligrosa traficante de drogas que ha perdido una mercancía de cocaína por culpa de unos contactos indios, pasa la noche con el solitario agente de policía 223. Qiwu, el agente 233, ha sido recientemente abandonado por May, su novia. Dentro de esta historia se trata bastante explícitamente el tema de "la cuenta atrás", según la cual Hong Kong iba a volver a pertenecer a China en 1997.
Al final de la historia, ambos perso

najes se encuentran en un caféQiwu, obsesionado con la compra diaria de una lata de piña que caduque el 1 de mayo, promete enamorarse de la "primera mujer que pase". Y allí está ella, la traficante. Él acaba conquistándola, pero tras subir a la habitación del hotel, no llega a consumarse el acto sexual: ella se duerme, él come ensaladas del chef y se va al amanecer. Al final, lo único que le queda al agente 223 es una felicitación de cumpleaños en su busca, y el

recuerdo de un momento mágico.

2.-Midnight Express: historia del agente 663

El cambio de historia ocurre cuando el agente 233 se dirige al bar Midnight Express y rechaza a la alocada Faye, una chica que acaba sintiéndose atraída por el agente 663, interpretado por Tony Leung -que ya había participado en Days of being wild (en un pequeño cameo al final del film), y que posteriormente protagonizaría Happy Together, In the mood for love y 2046-. Este agente tiene una relación con una azafata, que acaba por abandonarle. Conoce a Faye porque cada noche pasa por el Midnight Express a pedir una ensalada del chef para su chica. La relación que desarrollan a

mbos personajes es extraña: Faye, enamorada del agente, consigue las llaves de su casa para dedicarse a cambiar el espacio íntimo del agente por otro. Conocedora de los problemas de insomnio del agente, pone somnífero en sus botellas de agua, y para que olvide a su novia azafata, esconde todos los obje

tos que puedan recordar a la misma, cambia un peluche por otro, "ahoga" a un avión de juguete en la pecera, esconde la camisa de la azafata, y un largo etcétera en el que Faye trata de reconfigurar el mundo del policía.

El agente 663 obviamente nota las diferencias, y sabe que la chica entra en su casa, aunque no se lo diga. La personalidad del agente 663 presenta ciertas costumbres que no se antojan muy normales: principalmente, su costumbre de desdoblarse sobre objetos, de hablar con ellos como si fueran ser

es vivos con conciencia propia, claro símbolo de su debilidad psicológica tras el abandono. De esta forma, en Chungking Express objetos mundanos como una lata de piña caducada, una toalla "que llora" y un avión de juguete llegan a transformarse en

símbolos personales de los personajes.
La historia de los dos personajes acaba cuando el policía cita a la camarera del Midnight Express en el bar California.


Contra toda expectativa, Faye acaba en la verdadera California, de la que vuelve un año después, convertida en azafata, mientras que el agente 663 se encuentra rigiendo el Midnight Express

Una tercera parte titulada Fallen Angels acabó siendo realizada como film en sí mismo, estrenándose después de Ashes of time.


Banda Sonora

En la genial banda sonora, destacan piezas como las versiones hechas por la propia Faye de temas como What a difference a day make o California Dreaming.

Una de las veces en que mejor ha encajado una canción con la imágen es la escena en la que Faye juega en la casa del agente 663, mientras escucha California Dreaming.


Mi historia de amor con Chungking Express:

Ya ciomenté en una ocasión cómo conocí esta obra. Verano del 2006. Una noche de insomnio me da por encender la televisión. Y de repente, veo una escena que me maravilla: una joven asiática está jugando en una casa como si fuera una niña. Lleva guantes de fregar los platos y gafas de sol. Como banda sonora suena California Dreaming, de los Mamas & the papas.

No logro saber de qué película se trata. Tampoco logro saber quién era su director, o aquella preciosa joven oriental. Al día siguiente, consigo la canción, y desde entonces es una de mis favoritas.

Pasan los meses, pasa el tiempo...
Alguien me comenta la existencia de una película llamada 2046, que es "una peli de chinos de esas que te gustan a tí, pero que transcurre en el pasado, pero a la vez en el futuro. Muy rara, pero a tí seguro que te gusta". El comentario no llega a influenciarme mucho, pero algún poso queda. Ya conozco la existencia de esta película, es decir, ha quedado archviada en mi cabeza, latente, esperando a ser despertada...

Pasan otros pocos meses. Mi vida se complica. Cambios importantes, momentos tristes, y días para olvidar. Con el tiempo, otra persona -de hecho, las dos personas que me han comentado la existencia de la cinta son mujeres- me habla un poco de una película que siempre tiene por casa y que le gusta bastante a un amigo suyo. La cosa va interesándome más y más. Despierta el gusanillo por ver la obra.

Pasa algún tiempo, y nos encontramos en Navidades. Un día, en plena campaña de compra de regalos navideños, encuentro dos películas: In the mood for love y 2046 a muy buen precio (ni se me había ocurrido bajármelas). Me las compro. Las veo. Todo cambia.

Por fin he encontrado a un director que sintoniza con mi modo de ver el amor y las relaciones personales. Por fin alguien que expresa toda esa melancolía y desengaño con elegancia, sin caer en burdas horteradas góticas -para pajilleros-. He encontrado a uno de mis directores favoritos, y se llama Wong Kar-Wai.

Pasan más meses. Las circunstancias hacen que viva algo digno de una película de este autor con la segunda persona que me recomendó 2046. Utilizo pasajes de In the mood for love con fines personales durante esa temporada. Me siento como el personaje interpretado por el sublime Tony Leung en ambas obras. Pero en lugar de aborrecer al director por el horrible desenlace del affair, utilicé su cine como terapia.

En plena etapa tristona, en la que nada parece estar claro, me topo de nuevo con esa escena, con esa canción... en internet, buscando información sobre Kar-Wai. Se trataba de Chungking Express. Y yo sin saberlo. Este director estaba enamorándome poco a poco. Con su elegancia, con su forma de ver las cosas y con su... música. La música es esencial en su cine. Es perfecta. Desde la Perfidia de Days of being Wild, hasta el Happy together de la película homónima, pasando por la ya mencionada California Dreaming, de Chungking Express.

Por eso es una historia de amor como la segunda de esta película. Con una "amante" que se esconde en alguna parte de mi -de la casa del agente 663-, diciendo "Hola" "hola", desde detrás de una columna, y escondiéndose a tiempo para que no la descubra.

Ahora, ya consciente de la gran admiración que siento por este director, me he lanzado a por el resto de su filmografía. Películas como Fallen Angels o Happy Together, que en breve comentaré.

Gracias, señor Kar-Wai. Por haber hecho su cine. Por haber hecho que me reafirme en mi gran sueño: ser director algún día. Estoy seguro de que si llego a serlo, le deberé mucho.



jueves, 2 de agosto de 2007

Taxi Driver, de Martin Scorsese

Taxi Driver es una película dirigida por Martin Scorsese en 1976, y escrita por Paul Schrader, autor de los guiones de obras maestras como The Yakuza (Sydney Pollak, 1976), (ObsesiónObsession, Brian De Palma, 1976), El Expreso de Corea (Rolling Thunder, John Flynn, 1977), Toro Salvaje (Raging Bull, Martin Scorsese, 1980) o La última tentación de Cristo (The Last Temptation of Christ, 1988, Martin Scorsese). He de decir que algunas otras obras de este guionista han estado a punto de entrar en el top 25, tales como Rolling Thunder o Raging Bull.
Taxi Driver está protagonizada por Robert De Niro, y cuenta con secundarios de excepción como son Harvey Keitel, una jovencísima Jodie Foster, o Cybill Shepherd. Es una de las obras cumbres de uno de los mejores tándem actor/director de la historia del cine: De Niro/Scorsese.
Ficha:
Título original: Taxi driver
Director: Martin Scorsese
Productor: Julia Phillips, Michael Phillips
Compositor: Bernard Herrmann
Género: Drama
Año: 1976
Origen: EE.UU.
Duración: 109 minutos
Rating: + 18 años
Intérpretes:
Robert De Niro, Cybill Shepherd, Jodie Foster, Harvey Keitel, Peter Boyle






Argumento
:
Travis Bickle (Robert De Niro) es un marine veterano del Vietnam que no puede dormir. Consigue un trabajo como taxista, solicitando el turno de noche, para mantenerse ocupado y sacar algún dinero. Es un individuo solitario deseoso de que 'llegue la lluvia que limpie la calle de escoria'. Se enamora de Betsy (Cybill Shepherd), una atractiva oficinista que trabaja para la campaña electoral del Senador Charles Palantine, pero la relación no prospera, dado lo excéntrico del carácter de Bickle. Conoce después a una joven prostituta (Jodie Foster), que trabaja para el chulo Sport (Harvey Keitel). Armado hasta los dientes, decide que debe salvarla.

Reparto:

El reparto de esta película es redondo. Es decir, cada personaje está interpretado por la persona idónea.
Robert De Niro, como el moderno cowboy solitario que "cabalga" con su taxi por las calles y que comienza a pensar que las cosas no están nada bien, y que alguien debe cambiarlas. Poco a poco, vamos metiéndonos en su mundo, porque la película siempre está vista desde su punto de vista. Lo que hace llega a parecernos lógico, y empatizamos con él, sin darnos cuenta de que está perdiendo el juicio. Todo esto lo consigue Robert De Niro con su mejor arma interpretativa: sus ojos. No hay más que verlo en la celebérrima escena del espejo. El mítico "¿Estás hablando conmigo?", grabado en letras de oro en la historia del cine, es una de las más logradas interpretaciones que se han hecho. Y es que Robert De Niro, para mí uno de los mejores actores que ha habido en el cine, estaba en su mejor etapa: después de Malas Calles (Mean Streets, Martin Scorsese, 1973), El Padrino II (The Godfather Part II, Francis Ford Coppola, 1974), por la que consiguió el Oscar al mejor actor secundario, o Novecento (Bernardo Bertolucci, 1976) , y antes de otras obras maestras como El Cazador (The Deer Hunter, Michael Cimino, 1978), Toro Salvaje (Raging Bull, Martin Scorsese, 1980), por el que ganó su segundo Oscar, esta vez al mejor actor (hay que decir que consiguió en este tiempo nominaciones al mejor actor por casi todas sus películas) o Érase una vez en América (Once upon a time in America, Sergio leone, 1984).

Cybill Shepherd, como Betsy, la chica de la que se enamora, y que le rechaza. Betsy es una chica que trabaja para la campaña electoral de Charles Palantine. Es simplemente por este hecho que Travis se interesa por la política. Pero, como ella le rechaza, ni siquiera el sistema funciona: la chica de la que se enamora trabaja para el estado, y le ha rechazado. Shepherd había salido en obras como La última película (The Last Picture Show, Peter Bogdanovich, 1971).


Jodie Foster, como la jovencísima prostituta que Travis decide salvar, Iris. La damisela en apuros, limpia de espíritu, pero corrompida por el entorno. Travis decide actuar como una especie de Guardián entre el centeno, y salvar la poca infancia e inocencia que queda en la chica. Foster bordó el papel, pasando mucho tiempo con una prostituta real de esa edad, que sale en la película como su amiga. Es importante decir que Foster contaba sólo con 14 años de edad. Se trata de uno de esos casos de actriz brillantemente precoz, que compararía con la Jennifer Connelly de Érase una vez en América. La carrera posterior de Foster es historia cinematográfica: anteriormente había aparecido en algunas series televisivas (incluída la mítica Kung Fu), y en películas como Alicia ya no vive aquí (Alice Doesn't live here anymore, 1974, Martin Scorsese). Posteriormente a Taxi Driver -su verdadero lanzamiento al reconocimiento-, caben destacar lógicamente películas como Acusados (The Accused, 1988, Johnathan Kaplan), por la que consiguió su primer Oscar a la mejor actriz, o la que es la interpretación de su vida, en la obra maestra El Silencio de los Corderos (Silence of the Lambs, Johnathan Demme, 1991), por la que volvió a ganar el Oscar a la mejor actriz. Posteriormente, yo no oculto el rencor que le guardo por su negativa a participar en la secuela de esta última, Hannibal (Ridley Scott, 2001), que, aunque claramente inferior a la obra maestra de Demme, hubiese ganado muchos enteros con su aparición. De todos modos, tampoco la culpo demasiado: tal vez ella fue capaz de prever cómo la saga se estaba convirtiendo en algo muy diferente a lo que comenzó siendo una auténtica obra de arte.

Travis decide salvar a Iris de Sport (Harvey Keitel), el chulo para el que trabaja. Keitel, que ya había aparecido en obras de Scorsese como Malas Calles (Mean Streets, Martin Scorsese, 1973) o Alicia ya no vive aquí (Alice doesn't live here anymore, Martin Scorsese, 1974), volvió a formar equipo con el director en Taxi Driver. Posteriormente, cabe destacar Los Duelistas (The Duellists, Ridley Scott, 1978), La última tentación de Cristo (The Last Temptation of Christ, Martin Scorsese, 1988), y el comienzo de su relación con el brillante Quentin Tarantino, cuya ópera prima, Reservoir Dogs (Quentin Tarantino, 1992) produjo. También apareció en películas como El Piano (Jane Campion, 1993). Posteriormente, volvió a aliarse con Tarantino para películas como Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994), o Abierto Hasta el Amanecer (From Dusk till Dawn, Robert Rodriguez, 1996). Es destacable también su participación en Clockers (Spike Lee, 1995), y el extraño vínculo que se crea con Jodie Foster: ambos han aparecido en algún episodio de la saga de Hannibal Lecter, ya que Keitel interpreta a Jack Crawford en la precuela, El Dragón Rojo (Red Dragon, Brett Ratner, 2002).


Música:

Sobre la banda sónora, sólo se puede decir que la composición de estilo Jazz que realizó Bernard Herrman para la ocasión encaja con el tono y la trama de la película como un guante. Le aporta un tono melancólico y crepuscular, que recuerda a la obra de Sam Peckinpah.



"Puff, Puff, Puff, Puff, Puff, Puff, Puff"

miércoles, 1 de agosto de 2007

Bubba Ho-Tep, de Don Coscarelli

Me veo obligado a hacer un nuevo parón en el comentario de "mis películas favoritas", para comentar una película que vi hace unos días y que me ha resultado, cuanto menos, curiosa. Se trata de Bubba Hot-Ep (2002), de Don Coscarelli, director de la saga Phantasma. Está protagonizada por uno de los grandes: Bruce Campbell, protagonista de la saga Evil Dead, de Sam Raimi. La película está basada en un relato de Joe R. Landsdale incluido en The King Is Dead: Tales of Elvis Post-Mortem.
Se trata de una película con un argumento de lo más original y rebuscado: Elvis Presley (Bruce Campbell), el Rey del Rock, está vivo. Es un anciano con una infección en el prepucio, que vive confinado en una residencia en el este de Texas. Cuando dice que él es Elvis, nadie le cree, porque todo el mundo piensa que El Rey murió en 1977. Sin embargo, el que murió fue un imitador, Sebastian Haff, con el que el verdadero Elvis intercambió la identidad, cansado de la fama. Elvis vivió desde entonces como imitador de sí mismo.
En la residencia, se encuentra, ni más ni menos, que con JFK (Ossie Davis), que ahora es negro, ya que el servicio secreto sustituyó un trocito de su cerebro por un saquito de arena, y le tiñó de ese color.
En esto, comienza una serie de asesinatos en la residencia. La culpable es una momia egipcia que se extravió durante su traslado de un museo a otro. Esta momia está absorviendo almas, y se manifiesta siempre de noche, precedida de algunos cortes en el suministro eléctrico y de unos escarabajos "grandes como emparedados".
Ahora JFK y Elvis están sólos ante la momia, y son la única esperanza de los habitantes de la residencia...
Dentro de que la película no es gran cosa -de hecho, es bastante torpe, Don Coscarelli-, tiene ese gusto de serie B cutre-guay que tanto me gusta. Y que es original nadie se lo quita.
Lo mejor de la función: sin lugar a dudas, Bruce Campbell, actor de culto célebre por la saga Evil Dead, de Sam Raimi, y que demuestra que es una auténtica estrella de la serie B.

"Hacía dos campañas electorales que no se me ponía así de dura"

La naranja Mecánica (A Clockwork Orange), de Stanley Kubrick

Toca turno -porque me da la gana a mí, no porque esté siguiendo un orden lógico) a La Naranja Mecánica (A Clockwork Orange, 1971), de Stanley Kubrick. Está basada en la novela homónima de Anthony Burgess.
Estamos ante una obra maestra, sin duda. Y no sólo eso, estamos ante EL MAESTRO, en esto de hacer cine: el Señor Stanley Kubrick, que sin duda estaría en mi top 3, en mi top 2 y en mi top 1 de mejores directores de la historia del cine (ahí queda eso).
La naranja Mecánica es una de las obras más polémicas de este siempre controvertido y sorprendente director. Se sitúa tras -la que tal vez sea su obra maestra, aunque él reservó este calificativo a Barry Lyndon-, 2001, una odisea del espacio (2001: a space oddisey, 1968).
La película fue calificada "X" en muchos países, y en Reino Unido fue prohibida su exhibición, a petición del propio Stanley Kubrick, debido a las amenazas de muerte que recibió su familia. El motivo de esto fue que la película inspiró algunos crímenes violentos, en los que los criminales vestían como los Drugos, o cantaban Singin' in the rain, igual que Alex cuando propina la paliza al escritor.

Ficha:
Título original: Clockwork orange
Año: 1971
Duración: 137
Compañía Productora: Warner Bros Pictures
Reparto: Malcolm Mcdowell, John Clive,
Michael
Bates, Patrick Magee,
Warren Clarke

Dirección: Stanley Kubrick
Productor: Stanley Kubrick
Guión: Anthony Burgess, Stanley Kubrick
Música: Wendy Carlos
Fotografía: John Alcott
Montaje: Bill Butler
Dirección artística: Russel Hagg
Nacionalidad: Reino Unido

Argumento:
La historia se centra en el Nadsat -adolescente- Alexander Delarge -en adelante Alex-, un joven cuyos principales intereses son la violación, la ultra-violencia y Beethoven. Alex pasa las noches en el Milk Bar Korova, junto con sus tres Drugos: Pit, Georgie y Dim. Son un grupo de jóvenes con unas vestimentas peculiares -enteramente vestidos de blanco, con bombín negro y coquilla- que beben lactana plus, es decir, leche con algunos aditivos.
Durante el primer tercio de la película, se presenta a Alex, sus Drugos, y sus fechorías, así como la época: un futuro indeterminado y con una estética marcadamente sesentera. Los cuatro jóvenes pasan las noches propinando palizas a vagabundos, peleando contra grupos rivales, irrumpiendo en casas, y violando mujeres, llevándose siempre un jugoso botín en cada actuación, lo que les permite llevar una vida no exenta de caprichos. Pero lo que apasiona a Alex es la música de Beethoven. Es de lo que de verdad disfruta en la intimidad de su cuarto.
Sin embargo, debido a su despótico comportamiento con sus compañeros de fechorías, estos se revelan, y planifican un robo en una casa, durante el cual traicionarán a nuestro joven héroe, dando comienzo al segundo tercio de la película. Esto llevará a Alex a la prisión, donde será sometido a trato humilante y vejatorio, ante el cual Alex no reacciona sino con más violencia. La única voz realmente moralista -y tal vez sensata- de la película es la del capellán de la prisión, que reclama el derecho del libre albedrío. Pero Alex, cuando mira la Biblia, sólo se ve a sí mismo dando latigazos a Jesucristo, y acostándose con bellas mujeres Orientales.
Sin embargo, a oídos de Alex llega un innovador sistema de cumplimiento de penas: el tratamiento Ludovico, al que se presenta voluntario. Se trata de un tratamiento médico mediante el cual consiguen que Alex sienta repugnancia -y dolor físico- ante la violencia y el sexo. Pero también le capan emocionalmente: es incapaz de tomar iniciativas, y se convierte en un pelele en manos del mundo, en un Hombre mecánico. Además, a modo de castigo, hacen que también odie la música de su adorado Beethoven.
Durante el tercer tercio de la película, un Alex rehabilitado, será devuelto a las calles, donde las víctimas de sus fechorías pasadas se cobrarán su venganza: los bagabundos, sus propios Drugos -ahora agentes al servicio de la Ley y el Orden-, y el escritor de izquierdas, a cuya mujer violaron brutalmente. Todos se aprovecharán de la desgracia de Alex, de un modo u otro. Pero durante la estancia en la casa de dicho escritor, Alex se arroja por una ventana, incapaz de soportar la tortura que ahora le supone escuchar a su amado Beethoven.
Finalmente, Alex, re-rehabilitado, es decir, en su estado original, acabará siendo aliado del corrupto gobierno.

El reparto:
Kubrick dijo en una ocasión que, sin Malcolm McDowell, no habría habido La Naranja Mecánica. Y qué razón tenía. Sin duda, gran parte de la genialidad de la obra reside en la inigualable interpretación de Mcdowell, que convierte a un ser despreciable y dañino como es Alex, en un personaje atrayente y pícaro. McDowell había participado anteriormente en Calígula, de Tinto Brass. Pero, sin duda, el papel de su vida fue Alex, y siempre será recordado por él (para bien o para mal).
Algunos de los demás actores que participan en la película son Patrick Magee (Frank Alexander, el escritor), Warren Clark (Dim), John Savident (el "Conspirador"), David Prowse, (el "guardaespaldas" de Frank Alexander), que posteriormente encarnaría al mismísimo Darth Vader, en la trilogía original de Star Wars, o James Marcus (Georgie).


Temas:

Moral

Una de las principales preguntas moralistas de la película -como en otros libros de Burgess- es la definición de "bondad". Después de la terapia de aversión, Alex se comporta como un buen miembro de la sociedad, pero no por opción; su bondad es involuntaria y mecánica, como lo dice el título de naranja mecánica. En prisión, el padre, el único hombre honesto y genuino allí, critica al Tratamiento Ludovico alegando que la verdadera bondad debe venir de adentro. Debe ser genuina.

Psicología

Otro tema central es el ultraje a la psicología conductual propuesta por los psicólogos John B. Watson y B.F. Skinner. Burgess desaprobaba el conductismo, llamando al libro más famoso de Skinner, Beyond Freedom and Dignity (Más Allá de la Libertad y la Dignidad), "uno de los libros más peligrosos jamás escrito". Aunque Watson concedía limitaciones al conductismo, Skinner argumentaba que la modificación de la conducta (aprender técnicas de recompensa sistemática y castigo) era la clave para un sociedad ideal. El tratamiento Ludovico es la forma de modificación de conducta que los científicos aplicaron a Alex, condicionandolo a asociar actos de violencia con malestar físico, previniendolo de ser violento. La película incorpora una desconfianza al conductismo, enfocandose en la deshumanización y falta de opción en los métodos de modificación de conducta.


Del papel a la pantalla:

Es importante decir que la película de Stanley Kubrick omite el último capítulo de la obra de Burgess, lo que da a la obr a un significado totalmente diferente.
En el libro, existe un "Capítulo 21", en el que Alex, con unos años más, ha decidido abandonar la violencia, por verla como una cosa de críos, y planea buscar una mujer y formar una familia. Por fin, ha elegido el bien por voluntad propia. Está redimido.
Sin embargo, la versión que consiguió Kubrick de la novela, era la edición americana, en la que el editor cortó directamente este último episodio. Por tanto, la película refleja esa edición amercana. Así, el final de la obra es tremendamente pesimista, ya que no solo Alex acaba elgiendo el mal, siendo fiel a su propia naturaleza -por tanto, el libre albedrío queda anulado-, sino que además, se convierte en una herramienta del Estado.

La música:
En La Naranja Mecánica, la música cumple un papel muy importante no sólo estética y emocionalmente, sino que es requisito del propio guión y parte fundamental de la historia. Aparte de la estupenda composición de sintetizador realizada por Wendy Carlos, muy innovadora para la época, cabe destacar sin duda alguna, la utilización que Kubrick hace de Ludwing Van Beethoven. Ante todo, del tercer movimiento de su famosísima 9º Sinfonía, con la que Kubrick ilustra las grandes escenas de ultraviolencia, creando un conjunto inigualable, y mil veces imitado.




"Videa bien, hermanito, videa bien"