martes, 21 de agosto de 2007

Chungking Express, de Wong Kar-Wai


Me apetece comentar una de esas películas especiales, que por lo menos a mí, me remueve algo por dentro. Es una película con la que he mantenido un romance similar al que vive uno de sus protagonistas. Se trata de Chungking Express, de Wong Kar-Wai.
Ya comenté en alguna ocasión lo mucho que me gusta este director -para mí, uno de los tres mejores que existen en la actualidad, junto con Quentin Tarantino y Takashi Miike-, y lo mucho que me han influenciado sus obras In the mood for love y 2046. Pero la guinda del pastel de la filmografía de este director es esta película, curiosamente, una de las más modestas, hablando de presupuesto, tiempo de rodaje -dos semanas-, etc.

Ficha:

AÑO
1994
DURACIÓN
103 min.
PAÍS Hong Kong
DIRECTOR Wong Kar-Wai
GUIÓN Wong Kar-Wai
MÚSICA Frankie Chan / Roel A. García
FOTOGRAFÍA Jacky Pang
REPARTO Brigitte Lin, Chin Hsia, Takeshi Kaneshiro, Tony Leung (AKA Tony Leung Chiu Wai), Faye Wang
PRODUCTORA Jet Tone Productions



Una brebe historia sobre Chungking Express:
La historia detrás de esta película es de lo más interesante. Kar-Wai había rodado ya dos películas: As Tears Go By (1989) y Days of being Wild (1991), y estaba en proceso de post-producción de su tercera obra, la épica película sobre espadas y artes marciales Ashes of time (1994). El proceso de montaje de esta colosal obra resultaba tan agobiante y absorvente que Kar-Wai quiso tomarse un pequeño descanso, y desvincularse del proyecto para rodar una película más modesta. Una especie de película de rock, en plan Road Movie. Y vaya que si lo hizo...

"Después del tratamiento más grave y profundo de Ashes of Time, con Chungking Express quise realizar una película contemporánea más ligera, pero donde los personajes se enfrentaran a los mismos problemas (…) Chungking Express supone una ruptura en el conjunto de mi obra: los personajes llegan a aceptar su soledad, son más autónomos y más independientes, no hallan desesperación en su propia búsqueda, sino sobre todo divertimiento"

En occidente, la película fue apadrinada por el genial Quentin Tarantino, que la incluyó dentro de su Rolling Thunder Video Collection. Ade más, Tarantino ha declarado que esta película le inspiró para su celebérrima Pulp Fiction (1994).
También fue apoyada por la prestigiosa revista francesa Cahiers du cinéma, estandarte de la Nouvelle Vague francesa de finales de los 50's y comienzos de los 60's.

Dos Historias de amor
La película consta básicamente de dos mediometrajes unidos sutilmente. Ambos transcurren en el mismo lugar -las Chungking Mansions, cuatro bloques de edificios de Hong Kong repletos de inmigrantes de todas partes, una especie de torre de Babel moderna-, y en circunstancias similares. En ambos casos la historia gira en torno a un policçia recién abandonado por su novia, que se enamora de una mujer extraña y misteriosa.

1.- Chungking Mansions: historia del agente 233

En la primera, una peligrosa traficante de drogas que ha perdido una mercancía de cocaína por culpa de unos contactos indios, pasa la noche con el solitario agente de policía 223. Qiwu, el agente 233, ha sido recientemente abandonado por May, su novia. Dentro de esta historia se trata bastante explícitamente el tema de "la cuenta atrás", según la cual Hong Kong iba a volver a pertenecer a China en 1997.
Al final de la historia, ambos perso

najes se encuentran en un caféQiwu, obsesionado con la compra diaria de una lata de piña que caduque el 1 de mayo, promete enamorarse de la "primera mujer que pase". Y allí está ella, la traficante. Él acaba conquistándola, pero tras subir a la habitación del hotel, no llega a consumarse el acto sexual: ella se duerme, él come ensaladas del chef y se va al amanecer. Al final, lo único que le queda al agente 223 es una felicitación de cumpleaños en su busca, y el

recuerdo de un momento mágico.

2.-Midnight Express: historia del agente 663

El cambio de historia ocurre cuando el agente 233 se dirige al bar Midnight Express y rechaza a la alocada Faye, una chica que acaba sintiéndose atraída por el agente 663, interpretado por Tony Leung -que ya había participado en Days of being wild (en un pequeño cameo al final del film), y que posteriormente protagonizaría Happy Together, In the mood for love y 2046-. Este agente tiene una relación con una azafata, que acaba por abandonarle. Conoce a Faye porque cada noche pasa por el Midnight Express a pedir una ensalada del chef para su chica. La relación que desarrollan a

mbos personajes es extraña: Faye, enamorada del agente, consigue las llaves de su casa para dedicarse a cambiar el espacio íntimo del agente por otro. Conocedora de los problemas de insomnio del agente, pone somnífero en sus botellas de agua, y para que olvide a su novia azafata, esconde todos los obje

tos que puedan recordar a la misma, cambia un peluche por otro, "ahoga" a un avión de juguete en la pecera, esconde la camisa de la azafata, y un largo etcétera en el que Faye trata de reconfigurar el mundo del policía.

El agente 663 obviamente nota las diferencias, y sabe que la chica entra en su casa, aunque no se lo diga. La personalidad del agente 663 presenta ciertas costumbres que no se antojan muy normales: principalmente, su costumbre de desdoblarse sobre objetos, de hablar con ellos como si fueran ser

es vivos con conciencia propia, claro símbolo de su debilidad psicológica tras el abandono. De esta forma, en Chungking Express objetos mundanos como una lata de piña caducada, una toalla "que llora" y un avión de juguete llegan a transformarse en

símbolos personales de los personajes.
La historia de los dos personajes acaba cuando el policía cita a la camarera del Midnight Express en el bar California.


Contra toda expectativa, Faye acaba en la verdadera California, de la que vuelve un año después, convertida en azafata, mientras que el agente 663 se encuentra rigiendo el Midnight Express

Una tercera parte titulada Fallen Angels acabó siendo realizada como film en sí mismo, estrenándose después de Ashes of time.


Banda Sonora

En la genial banda sonora, destacan piezas como las versiones hechas por la propia Faye de temas como What a difference a day make o California Dreaming.

Una de las veces en que mejor ha encajado una canción con la imágen es la escena en la que Faye juega en la casa del agente 663, mientras escucha California Dreaming.


Mi historia de amor con Chungking Express:

Ya ciomenté en una ocasión cómo conocí esta obra. Verano del 2006. Una noche de insomnio me da por encender la televisión. Y de repente, veo una escena que me maravilla: una joven asiática está jugando en una casa como si fuera una niña. Lleva guantes de fregar los platos y gafas de sol. Como banda sonora suena California Dreaming, de los Mamas & the papas.

No logro saber de qué película se trata. Tampoco logro saber quién era su director, o aquella preciosa joven oriental. Al día siguiente, consigo la canción, y desde entonces es una de mis favoritas.

Pasan los meses, pasa el tiempo...
Alguien me comenta la existencia de una película llamada 2046, que es "una peli de chinos de esas que te gustan a tí, pero que transcurre en el pasado, pero a la vez en el futuro. Muy rara, pero a tí seguro que te gusta". El comentario no llega a influenciarme mucho, pero algún poso queda. Ya conozco la existencia de esta película, es decir, ha quedado archviada en mi cabeza, latente, esperando a ser despertada...

Pasan otros pocos meses. Mi vida se complica. Cambios importantes, momentos tristes, y días para olvidar. Con el tiempo, otra persona -de hecho, las dos personas que me han comentado la existencia de la cinta son mujeres- me habla un poco de una película que siempre tiene por casa y que le gusta bastante a un amigo suyo. La cosa va interesándome más y más. Despierta el gusanillo por ver la obra.

Pasa algún tiempo, y nos encontramos en Navidades. Un día, en plena campaña de compra de regalos navideños, encuentro dos películas: In the mood for love y 2046 a muy buen precio (ni se me había ocurrido bajármelas). Me las compro. Las veo. Todo cambia.

Por fin he encontrado a un director que sintoniza con mi modo de ver el amor y las relaciones personales. Por fin alguien que expresa toda esa melancolía y desengaño con elegancia, sin caer en burdas horteradas góticas -para pajilleros-. He encontrado a uno de mis directores favoritos, y se llama Wong Kar-Wai.

Pasan más meses. Las circunstancias hacen que viva algo digno de una película de este autor con la segunda persona que me recomendó 2046. Utilizo pasajes de In the mood for love con fines personales durante esa temporada. Me siento como el personaje interpretado por el sublime Tony Leung en ambas obras. Pero en lugar de aborrecer al director por el horrible desenlace del affair, utilicé su cine como terapia.

En plena etapa tristona, en la que nada parece estar claro, me topo de nuevo con esa escena, con esa canción... en internet, buscando información sobre Kar-Wai. Se trataba de Chungking Express. Y yo sin saberlo. Este director estaba enamorándome poco a poco. Con su elegancia, con su forma de ver las cosas y con su... música. La música es esencial en su cine. Es perfecta. Desde la Perfidia de Days of being Wild, hasta el Happy together de la película homónima, pasando por la ya mencionada California Dreaming, de Chungking Express.

Por eso es una historia de amor como la segunda de esta película. Con una "amante" que se esconde en alguna parte de mi -de la casa del agente 663-, diciendo "Hola" "hola", desde detrás de una columna, y escondiéndose a tiempo para que no la descubra.

Ahora, ya consciente de la gran admiración que siento por este director, me he lanzado a por el resto de su filmografía. Películas como Fallen Angels o Happy Together, que en breve comentaré.

Gracias, señor Kar-Wai. Por haber hecho su cine. Por haber hecho que me reafirme en mi gran sueño: ser director algún día. Estoy seguro de que si llego a serlo, le deberé mucho.



2 comentarios:

Arkturo dijo...

me encanta este director desde el punto de vista sensible que le puede impregnar a cualquier cinta. Solo he tenido oportunidad de ver In The Mood For Love, y con ello solo me he dado cuenta de algo, de la tan perfecta manera de poder convinar tan pocos pero magistrales elementos, para hacer obras que te llenan el corazón y claro está, los sentidos...

thanks por escribir, me llena mucho leer este blog.

: )

Infante dijo...

Me halaga tu comentario. Sólo hablo sobre lo que más me gusta.