Brother, de Takeshi kitano

Una vez conseguidas las vacaciones, comienzo un régimen fílmico de lo más recomendable. Voy a una media de película por día. En primer lugar porque quiero ampliar mi cultura cinematográfica, por lo que veré y comentaré muchas obras que, sorprendentemente, no había visto hasta la fecha. Y en segundo lugar, por puro goce, por lo que también comentaré y veré películas que ya son clásicos de mi videoteca.

No voy a poner una nota numérica ni chorradas así.

Anoche me dispuse a ver una de esas obras sobre las que tenía una opinión bastante ambigua. Y es que la opinión sobre una película cambia mucho según el momento de la vida en que sea vista. Eso es lo que me pasa siempre con BROTHER, de Takeshi Kitano.

Se trata de una película totalmente magistral. A veces exagerada sí, pero sin duda eso le da un tono épico encantador.
SINOPSIS: Aniki Yamamoto, tras la muerte del jefe de su banda, debe trasladarse a Los Angeles desde Japón, donde está residiendo su medio-hermano Ken (un mestizo afro-japonés), supuestamente para estudiar pero en realidad está comprometido con el mundo de la droga. Yamamoto tarda poco en hacerse con el control de una banda y empezar su periplo como yakuza, hasta que se enfrentan con la mafia.

No quiero desvelar el final, pero no puedo eludir decir que la escena final, que nos muestra que Yamamoto también es humano, y cómo ha llegado a congeniar con el amigo de su hermano (este amigo está interpretado por Omar Epps, el doctor Foreman de House).

Takeshi Kitano, con su hermanito y Omar Epps

En definitiva, una película muchas veces infravalorada, este periplo americano del gran Takeshi Kitano (o "Beat" Takeshi, en su faceta interpretativa).