RONIN, de John Frankenheimer, y protagonizada por Robert DeNiro y Jean Reno, es una de esas películas que tal vez no cuenten una gran historia, pero que te la cuentan de tal manera que te engancha.
El planteamiento es sencillo: varios ex-agentes de diferentes grupos terroristas/agencias (ingleses, americanos, irlandeses, franceses, alemanes...) de inteligencia de diferentes países son reunidos en París por una mujer Irlandesa. No se sabe quién manda a esta mujer. Se les encarga recuperar un maletín por el que luchan diversos bandos, aunque no se les dice lo que hay en su interior.
La historia se desarrolla entre rápidas ráfagas de diálogo (en ocasiones brillante) y trepidantes persecuciones automovilísitcas por las calles de diversas ciudades francesas.
Lo malo es que el director parece sacrificar parte del desarrollo de la trama para dar más de sí en estas escenas de acción y en el desarrollo de la intrigante trama. Es decir, que nos deja un poco a medias al explicarnos cómo va naciendo algo entre Deirdre (Natascha McElhone) y Sam (Robert De Niro).
Sin embargo, sí que nos regala una buena reflexión sobre el compañerismo y el honor entre aquellos que deben guardarse las espaldas mutuamente, como es el caso de Sam (Robert De Niro) y Vincent (Jean Reno, uno de esos actores que, en mi opinión, son geniales, pero nadie ha sabido darles nunca "ese" papel, salvo, quizás, el de Lèon en Lèon, el profesional).
En definitiva, una película tal vez irregular en cuanto al desarrollo de su argumento, pero impecable en cuanto a la narración de la acción. Hace pasar un rato genial, y sin duda es genial ver al tándem De Niro-Reno en la pantalla.
El planteamiento es sencillo: varios ex-agentes de diferentes grupos terroristas/agencias (ingleses, americanos, irlandeses, franceses, alemanes...) de inteligencia de diferentes países son reunidos en París por una mujer Irlandesa. No se sabe quién manda a esta mujer. Se les encarga recuperar un maletín por el que luchan diversos bandos, aunque no se les dice lo que hay en su interior.
La historia se desarrolla entre rápidas ráfagas de diálogo (en ocasiones brillante) y trepidantes persecuciones automovilísitcas por las calles de diversas ciudades francesas.
Lo malo es que el director parece sacrificar parte del desarrollo de la trama para dar más de sí en estas escenas de acción y en el desarrollo de la intrigante trama. Es decir, que nos deja un poco a medias al explicarnos cómo va naciendo algo entre Deirdre (Natascha McElhone) y Sam (Robert De Niro).
Sin embargo, sí que nos regala una buena reflexión sobre el compañerismo y el honor entre aquellos que deben guardarse las espaldas mutuamente, como es el caso de Sam (Robert De Niro) y Vincent (Jean Reno, uno de esos actores que, en mi opinión, son geniales, pero nadie ha sabido darles nunca "ese" papel, salvo, quizás, el de Lèon en Lèon, el profesional).
En definitiva, una película tal vez irregular en cuanto al desarrollo de su argumento, pero impecable en cuanto a la narración de la acción. Hace pasar un rato genial, y sin duda es genial ver al tándem De Niro-Reno en la pantalla.
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